Un fuerte olor a café sorprende a los transeúntes de la calle El Conde en el local número 253. Es un lugar pequeño de color crema que muestra una estatuilla verde que identifica el año de la fundación del sitio, 1930, y el público selecto que lo visitaba años atrás. El casi desapercibido lugar lleva por nombre “La Cafetera”.
La Cafetera de la Zona Colonial es un lugar acogedor, frecuentado por turistas y personas de edad avanzada que se reúnen a modo de tertulia a beber café y hablar de temas sociales. El lugar ofrece una amplia variedad gastronómica que incluye: café, cappuccino, sándwich, empanadas, biscochos, jugos naturales, refrescos, bebidas alcohólicas, y obras de interés sobre la era de Trujillo.
Una tarja ubicada en un muro frente a la barra sobresale la historia del lugar, señala que “La cafetera fue establecida en 1930 por Benito Paliza, emigrante de origen tarjo y pionero en la torrefacción de café en República Dominicana. Fue el, quien movido por una gran afición por la cultura, promovió la cultura por las tertulias en su local mientras se degustaba el café el negrito, marca comercial de su torrefacción”.
La tarja expone que “en esa época las reuniones se celebraban en horario establecido. Amado Julian Bada, su segundo dueño, lo vendió a los italianos Lamolia y Forestieri. Permanecieron algunos años allí, pero acabaron vendiendo el local a un señor de apellido Trifilio. A Trifilio se le asocio el actual propietario, Juan Manuel Franco Sagredo, quedándose en el lugar cuando Trifilio se marchó a Puerto Rico en 1953”.
La Cafetera de la Zona Colonial representa un tesoro cultural que aún vive, y que gira en torno al aroma del café y la dominicanidad.