El capuchino (del italiano cappuccino)
es una bebida italiana preparada con café expreso y leche montada
con el vapor para crear la espuma (en ocasiones lleva cacao o canela en
polvo). Un capuchino se compone de 125 ml de leche y 25 ml de café
expreso. El capuchino, en las cafeterías de renombre, se sirve con una galleta
o un bombón; aparte se sirve un vaso de agua con una cuchara. En Italia se
consume mucho para el desayuno o para el almuerzo, junto con un croissant.
La calidad del
capuchino la dará el café expreso y el elemento más importante al prepararlo es
la textura y la temperatura de la leche, ya que esta no debe llegar a
ebullición ni pasar de los 70 °C. Cuando
un barista (experto
en bebidas basadas en café) crema y da volumen a la leche por medio de vapor
para un capuchino, debe crear la «leche especial» introduciéndole minúsculas
burbujas de aire. Esto da a la leche una textura extremadamente vaporosa.